Y entre calores que llueva bonito,
que beban las flores y los campos,
que se llenen los ríos,
incluso aquellos que parecen secos siempre.
Que las palomas tengan sus charcas para beber,
y las moreras nos sigan maravillando con sus hojas
que producen sombras prodigiosas.
Que llueva con prudencia,
que refresque un poco el tiempo, que brote la fuente
y que el río de montaña baje con su nervio habitual,
cuando viene bien nutrido de buenas lluvias…
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