divendres, 5 de setembre del 2025

El madrigal de Cetina

A veces escruto en el baúl de los recuerdos poéticos y reparo en el madrigal de Cetina a unos ojos, es una preciosidad: “Ojos claros, serenos, que de un dulce mirar sois alabados…” Dice también que no le miren airados para que no le parezcan menos hermosos, para acabar diciendo: “Ja que así me miráis, miradme al menos”. No me diréis que no es una delicia poética, los ojos, la mirada del ser querido y que te quiere, que te llega cálida y tierna, que te envuelve en dulzuras de buen amor… 

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