No somos tan distintos

Comentamos con los amigos… llevar al niño tras el cuello, con una pierna a cada lado del pecho… a Deltebre decimos a la "trinxina", en un catalán más de libro, "a collibè", mis amigos dicen "a caballito"… pero todos, alguna vez, han llevado un niño de esta forma. Después, hemos hablado de juegos, con las canicas y las diferentes clases que había, y los distintos juegos que practicábamos con ellas: de acero, de cristal, de porcelana, de cemento… para jugar a lo del palmo y a tiro… "pam i xeva" a romper las de cemento, a meterlas en el agujero, a acercarlas a una línea, etc. Me ha hecho gracia que Antonio nos contaba que pedían para la Maya, en el mes de mayo, y las perras parece que no llegaban para mucho. Con diferentes versiones todos jugaron al "Churro, media manga, mango entero" y también a la "Pidola". En todas partes cazaban pájaros con la linterna por la noche. Fernando nos ha contado un chiste para evidenciar que las ranas, según en qué sitio, tienen reparos en comerlas. Antonio no había comido nunca. El amigo gallego dice que para cazarlas hay que ponerse la gorra con la visera mirando atrás, así creen que te vas… Seguro, no somos tan diferentes en nuestra deformación…