"Vir bonus dicendi peritus", o algo así, "El buen varón que es perito en la materia", o algo así… Y yo pienso en la autoridad, aquella que da el saber científico y experimentado que si, además, tiene un buen baño de bondad y otro de humildad y sencillez, alcanza las inmensidades de lo sublime. En la mesa de profesores yo solía ensalzar a los especialistas, sabios y doctos en lo suyo, a los que uno acudiría en busca de soluciones, pero acababa diciéndoles: “si lo que queréis saber es sobre niños de diez años, lo tenéis fácil y a mano, acudid a mi”... y les sonreía.
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