Corto de ciencia, largo de sueños,
aterricé a mis límites, anclé.
Me hice querer, mayoritariamente,
actué en mi entorno de comprensión.
Me hice fuerte entre niños y grandes,
para unos era ley y justicia,
para otros ayuda, solución…
No, no quería más laurel ni fama,
no, no quería, no servía para cargos,
menos aspiré a las hazañas y a las glorias.
Viví con las ideas claras con la obra,
facilité la convivencia, temperé…
Tenía cierta paz, algún prestigio,
gocé de respeto, incluso comprensión.
Nos quisimos… nos queremos, diría,
fue un largo tiempo de felicidad,
de paz, de pies a ras del suelo,
de mente estable i comprometida
con los niños personas y familias,
con los niños alumnos en clase.
Fueron cuarenta años cortos, sí,
se hicieron vida con muchas vidas,
diferentes, respetables, con su aquel,
y a todos ofrecí mis limitaciones,
el máximo de mis posibilidades…
Probablemente encontré mi espacio,
dudo más si con la ubicación apropiada,
pero estoy seguro de los gozos…
y alguna sombra.
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