Hoy me he subido en el suspiro que me lleva a la estrella con nube,
y allí, entre plumas y caballos con alas, he volado por los sueños imposibles…
Hoy he subido en la ola suave, hija de la brisa fina y noble…
me ha ido columpiando complacida hacia los adentros de los infinitos.
Hoy me he resbalado por las lluvias, aquellas finas y espesas de vapor,
aquellas que penetran y te encaran, y someten y reviven esperanzas…
Hoy me ha acunado un viento que no silva y me he ido con él, con discreción,
hemos penetrado en los poros abiertos de las mentes cerradas y hemos corrido…
Ahora sé que corren los vientos, ahora comprendo todas las teorías…
de aquello que llaman desesperación.
Hoy sólo me hablaron las sonrisas y, en su defecto, los respetos,
incluso la niña de los zapatos de tacón, la del piso de arriba, descansa…
y el abuelo no ríe sus gracias.
Hoy me he envuelto en la niebla, aquella de nube baja y afectos.
Hoy me he recogido entre suspiros, nubes, caballos con alas, sueños…
lluvias finamente espesas que enderezan.
Al final del hoy y la constancia… todo es posible.
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