Sentado en el comedor soñado, siesta de sofá con manta, despertar de cocina y Teresa, aromas de sangre y vida… Una tele clara, programa de fauna, de crías, todos los "-itos" posibles. Por las paredes fotos de todos… Mis padres de boda, ¡qué guapos! i otras brindando con cava, evidentemente catalán, como no… Mi hijo de niño ocupa otro espacio… más de veinte recuerdos imborrables por las habitaciones del alma que ama en el hotel de un corazón que siente. En frente un paisaje de montaña con cumbres nevadas y laderas verdes, una casa de madera se mimetiza en un ambiente idílico, bello. A ambos lados, recuerdos de Mallorca… un pintor de Pollença de buen gusto y una copia de un Van Gogh hechos por mi tío Joan Mas. Finalmente y no menos importante, mi padrino y yo os regalamos nuestra mejor y cálida sonrisa… Desde la paz, tocan días de Delta, tocan sentimientos, sonrisas… y alguna lágrima.
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