Sabor a paz y bien

Cómo cunden los días que saben a gloria…
aquellos de casa y familia con nido.
Cómo brillan los recogimientos compartidos…
y nos procuramos quereres bendecidos.
Cómo nos hamaqueamos con suavidad…
nos mecemos compasadamente bien
los otros a los unos, todos nuestros.
Cómo se silencian los vientos…
y se proclama la calma y la niebla,
y se apaga el frío, cae la nieve.
Cómo se ve de blanco el monte…
por la ventana, y el mar azul cano.
Cómo cantan, sin gritos, las aves…
se llaman, se aman, se anidan.
Cómo se serena el alma en paz…
en la noche callada y espesa de blancos.
Cómo cada casa es un pesebre vivo…
lleno de respetos, caricias, amores.
Cómo de hermoso es cerrar las ventanas…
porque lo que hay que ver y gozar
está dentro del corazón de casa grande.
Cómo brillan las estrellas estos días…
parece no haber luna ni nubes,
luce el Cielo Luz de luces tiernas.
Cómo reinan las cocinas de madre…
y el afecto de las proximidades,
calor de sangre, amor de razón.
Hoy estoy con sabor a paz y bien…