Si te dicen que caí saliendo de los sueños,
de aquellos de Morfeo, entre sábanas blancas,
de olor más que limpio, a rosas…
Si te dicen que caí en los brazos
de la codicia, y otras -dicias,
estado que siempre endurecen mucho
el corazón de las almas egoístas…
Si te hablan de mi, aunque sea bien…
Si alguien te cuenta que me han visto
detrás del tercer vaso de lo mismo,
entre silencios de ojos tristes y apagados…
Si, por una de esas casualidades,
que la vida te brinda porque sí,
me ves sin que te vea, ciego,
y te espanta mi lamentable aspecto…
No, no me salgas ni me pares,
ni me digas, ni me oigas, ni me llores.
Piensa, si quieres, que un día,
unos cuantos de aquellos del pasado,
fuimos "nuestros", parecía, se palpaba,
se soñaba, como sueña la sonrisa con la risa
y ésta con la verdad…
Como ves y te soplan, es cierto, caí,
sin soluciones, añadiendo problemas
en cada vía de supuesto escape…
Sólo el recuerdo de lo que fui,
de lo que perdí en mis desdichas,
me entienden el merecido hoy cruel.
Pero tú vive, mereces aquel yo que soñabas…
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