Aún queda alguna flor en el sendero,
parece que se resiste el otoño,
que aguantó a los fríos de invierno
y superó los vientos racheados…
Hoy se presenciaron las inclemencias,
y Eolo abrió la puerta de par en par,
un viento frío que, ahora sí,
deshojará las flores persistentes
y sus pétalos con perlas matutinas
se mezclarán con las hojas artísticas
para arremolinarse por idílicos rincones…
Hoy saldrán de paseo los abrigos
para ver gotear las rojas naricillas…
Hoy los guantes cubrirán los dedos
y las bufandas abrazarán los cuellos…
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