dijous, 4 de desembre del 2014

Algún día tengo

Me encanta no hacer nada,
es como un descanso mental,
sin sugerencias ni obligaciones.
Nada, incluso de inercias,
mente en blanco, de reposo,
en un sueño pacífico y encantador,
después… incluso el sueño que repara.
Pues sí, algún día de esos tengo,
y me devuelve y me repara bien,
para después estar en condiciones,
en el retorno a la ilusión
por la madrugada esperada,
por el deseo de un amanecer con luz,
por las ansias de los vuelos de la vida,
y por los regresos victoriosos...
por los reflejos del atardecer.

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