Siempre podemos renacer mejorados

Una vez resucitados, nos vamos de monas…
es lo típico por mis tierras catalanas,
chocolates variados, pasta del Delta,
con pollitos unas y con huevos las nuestras,
todo indicando vida, nueva vida,
renacer con luz, fertilidad, borrón y cuenta nueva,
ahora con luz propia como para transitar por los caminos.
A veces, daría gusto alejarse del mundanal ruido
para, mejorado, volver al circuito.
Otras, nos sentimos con la ilusión
de ser uno de los saleros de la vida,
incluso referencia, mano amiga,
alguien con quien llorar o reír,
aquel alguien que deja un aura de bien
que parece limpiar las mezquindades…
Quién no quiso ser aquel, verdad,
del que amistad procuras, proximidad,
que sin tocarte abraza y si lo hace funde
en cielos de delicias tierra y realidad…
Cuántas veces se nos duermen los genios
y, pudiendo hacer, dormimos lerdos,
sin experimentar el placer de la entrega,
sin gozar de la felicidad que contemplas,
aquella que has proporcionado…
Creciente o no, seas luz y ejemplo,
no engañes y, sobretodo, no te engañes.
Siempre podemos renacer mejorados…