Avanzar en nuestra realización

Mi pueblo no tenia instituto, costó incluso que tuviese escuelas… Ya se sabe, los caciques de siempre, al pueblo lo quieren sumiso, manso, si es posible sin capacidad para pensar, en plan rebaño arrodillado y a la orden. Poco a poco todo fue llegando, pero los primeros que tuvimos un cierto acceso a la cultura tuvimos que hacerlo con el maestro entregado del pueblo, casi fuera de horario, y haciendo exámenes libres en Tortosa, a 30 Km, y donde en una hora y de forma oral te jugabas el hacer de todo el año.

Recuerdo que lo pasaba fatal… eran tiempos en que uno era héroe o villano, donde nadie sabía del esfuerzo de familias enteras, y en un momento te juzgaban, a menudo con poca justicia y consideración. Pero bueno, ésta es la historia del pueblo, mi bachillerato libre conseguido… Hoy, unos lustros después, me han propuesto, algunos que compartimos la aventura, hacer una cena, un encuentro, aquello del "Dios mío, ¿éste es aquel…?". Si se lleva a cabo, parece que la salud falla en la maestra homenajeada, será todo un placer de recuerdos… pasos que padres e hijos y maestros sanos hicimos para avanzar en nuestra realización.