El oro existe, no lo duden

Hoy pululo por las malas sensibilidades, aquellas que circulan por los desánimos, gente hundida en la desgracia nihilista… El pseudo-bueno que acude raudo, en apariencia, para llorar contigo y acabar limpiándote sádico hasta la cera de las orejas nobles y, además, lo hacen impúdicos en el nombre de un Dios, de una fe, que no son más que su puente para la farsa y el hurto más brutal.

Conozco algún caso, no diré la secta ni el credo ni el montaje de acoso, que acabaron con la vida de gente honrada, con sus bienes, y todo con tendencia al beneficio de la obra. Río que desemboca al lujo del invento y conlleva a la desazón y a la miseria, sobretodo de la buena gente, llana, que está pasando por pérdidas o privaciones de un ser querido o de un amago de la vida…

Me indignan los que se arman sin mesura hasta los dientes, y lo hacen en nombre de la paz. Me sobrepasan los disfraces de bueno para captar encantos, voluntades, y luego succionarte hasta las entrañas. Tengan cuidado, amigos, no es oro todo lo que reluce… aunque el oro existe, no lo duden.