Perdido, envuelto, más bien encontrado,
lúcido y feliz entre placeres variados,
me presencio y me extasío entre poetas.
Yo, que quizás no tenga la gracia
que a ellos les dio el cielo,
pero sí el don del aprecio y del gozo,
el arte de subirme al sueño
por la belleza de los infinitos,
la facilidad para apuntarme fiel
incluso a las respuestas que no dieron…
últimamente he caminado ufano
por el tropel dialéctico y certero
de un profeta de lo profundo,
campo de reflexión sin desperdicio.
También me plazco con mis andares
por las sensibilidades más exquisitas…
y quisiera tener el verbo adecuado
para no desmerecer con mis aplausos
a las meditaciones serias y limpias.
Quisiera tener la palabra justa
para dar ánimo a las horas bajas.
Sin desprecio a la sencillez y a la verdad,
siempre soñé con tener alma de poeta,
ser buena gente sin ser hipócrita,
y expresarlo entre silencios luz
que propician tu entrega y bienestar…
Soy un aprendiz entre mis amigos poetas,
quizá un estudioso,
un aprendiz de buena gente…
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