Delicias...

Como el viento que te empuja suave al salir de mar adentro y ayuda.
Como una sonrisa de afirmación, una caída de ojos al ralentí, tibia…
Como una caricia en la espalda desnuda hecha lentamente con las yemas del amor.
Como un descenso de las nubes frías para encontrar cielos de realidades.
Como un cabalgar con caballo irreductible hasta encontrarnos en el mar… de libertad.
Como la sed saciada de… justicia, la esperanza cumplida, el deseo logrado.
Como la dulzura de las convicciones que convergen en silencios de gloria.
Como un amanecer entrelazado con la paz, con el sol en la ventana por testigo.
Como el mes de abril, con aires de mayo, que huele a tierra húmeda de rocíos.
Como el corazón feliz, a punto de estallar… y no lo hace porque te exalta cada poro.
Como una lágrima de alegría… ¡Ah! Ésas merecen un poema aparte.
Como un abrazo firme y oportuno que te activa y te levanta al momento, sincero.
Como los sueños en paz de las mañanas que disfrutan las buenas conciencias.
Delicias, pequeñas, grandes cosas…