Y vi las gaviotas grandes asoleándose,
sin inmutarse a mi paso expectante,
y vino la rusa de los patines,
y la moza del carro con niño,
y la desgarbada de los misterios…
El vientecito frío, a cero grados,
escondió los ciclistas más preciados,
pero el mar es el mar y se ondula,
las rosas blancas son más pequeñas,
y las barcas parecen quietas,
y el mar… vacío de aceites y redes…
Siempre un placer el mar en invierno,
siempre un placer el mar, siempre.
Un vino, un mar, unas líneas al bloc…
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