La niña se lo comía a besos,
él... no estaba muy por la labor,
y allá, en el parque con jardines
y los bancos estratégicos, otra niña
...devora al muchacho pacífico,
incluso una perrita salada
saltaba insinuante y atractiva
delante de su amor inmóvil…
Y uno, que parece que se lo contaron mal,
pensaba que el varón tomaba la iniciativa,
por aquello del macho dominante
y la inexistencia de bromuros varios.
Pensando así en frío, no me parece mal
expresar los sentimientos… y las fiebres,
y, como decía mi padre,
la espada por fin, encontró la paz
en la vaina deseada…
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