Los poetas, incluso los aprendices,
hablamos de las sonrisas finas,
de las miradas lánguidas,
los ojos tristes, los amaneceres rojos,
los amores primeros de adolescencia,
las ausencias, los regresos, los besos…
el primero, los serenos, los no dados.
Muchos aprendices lo pasamos bien,
con la nostalgia, para decir aquello…
si volviera a pasar… lo haría igual,
y recordamos los mandatos del corazón,
y la mente de algún amigo, los padres…
Los aprendices de poeta soñamos,
soñamos que soñamos con los sueños
y, a veces, no queremos despertar…
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