dijous, 29 de gener del 2015

Desvaríos

El mirlo no suele ser blanco,
ni la cigarra poeta de cantos.
El reloj no es una ruleta loca,
ni la noche un cúmulo de desolaciones.
Las olas no se escapan del mar,
el mar las mece a ritmos distintos.
A ti, poeta, que sales del suspiro de la alondra
te cuento mis desvaríos puntuales…
Mi acoso al jardinero que corta las rosas
sin darse cuenta de que, en cada “cumple”,
se endulzan los aromas y la belleza,
coge nobleza y señorío y trono…
Vuelve gaviota al puerto que el viento se va,
los barcos te esperan, los lujos no tanto…

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