Y si hablamos de la luna...

Hoy he visto a la luna melancólica,
dice que el sol ya no la frecuenta como antaño,
dice que sus lunáticos andan fríos,
que incluso parecen cuerdos y precisos
La luna se siente despreciada, disminuida,
dice que no la esperan ni la buscan,
y que los cazadores de cazas variadas
ya no van por lunas llenas de claros,
pasean por la oscuridad entre oscuros dudosos.
La luna, aquel ojo indiscreto de siempre,
anda entre tinieblas y en retirada,
atrás quedaron los atardeceres rojos,
los amarillos chispa sobre el río,
y los mares ya no son su espejo preferido.
Quien te ha visto y quien te ve, lunita,
cuando el amor huya de tus luces de luna
para abrazarse en el jardín de tus reflejos.
La luz creciente que fuiste nocturna, fuiste.
Luna que fuiste de miel, ahora menguante.
Nueva, el sol no ilumina tu cara bonita,
aquella que mostrabas generosa a la Tierra.
¿Qué pasa con el sol? ¿Se pasa?
Va de satélite en satélite dando tumbos,
como las mariposas de capullo en capullo.
No quiero que te derrumbes luna,
los lunáticos te queremos, te soñamos cada noche.
Recuerdas… aquella luna llena
que embellecía la calma del descanso,
y los venados, de vena, campábamos felices…