dimarts, 4 de novembre del 2014

Y es que...

Recuerdo que me entraba raudo
un escalofrío de oreja y laterales,
como un relámpago que, de un chispazo,
requemaba los interiores de forma placentera.
Recuerdo el aflorar de los colores,
el compás de los latidos música,
el arrojo y el sonrojo, el vuelo,
y la reserva, la duda y la certeza…
Recuerdo sobretodo que, pese a lo huracanado
de los misterios por los que circula la ansiedad,
aquella de los amores ávidos de certificado,
me encontraba bien, en estado feliz,
de buena esperanza y mágica recepción…
Y es que tu sonrisa me mandaba versos…

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