Sí, fue como un baño de afecto,
donde un cariño especial y lacrimógeno
se palpaba en el ambiente del recinto.
Cuánta complicidad, cuánta niñez,
y hermosura en aquellos cuerpos serranos,
que se complementan en delicias naturales…
Cuando los procederes te salen del alma
y las complicidades son vivencias
que se aúnan y mejoran contenido,
entonces se te da a observar la vida,
porque esto que habéis hecho, amigos,
también es la vida y vosotros, todos,
lo recordáis… y lo que es mejor, lo vivís.
Gracias por vuestra lección magistral,
en un mundo mayormente codicioso…
Vuestra amiga se emocionó de placer,
y yo… de admiración.
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