Tú, en todos los siempre

Por las noches sales con la luna
y, cual luciérnaga, pululas por los senderos
y, en los primeros claros del día,
juegas con los rayos del sol de agosto
iluminando mi alma enamorada…
Y te encuentro en los rocíos perla
que embellecen las malvas locas,
y te vislumbro en el aire limpio
entre la lluvia fina de mi espíritu…
Te hallo en el camino del propósito,
allá por donde se impone lo azul,
cual horizonte de mar y cielo…
y en abrazo veo luna y sol,
y estrellas en la noche y luz en el día,
y en todos los siempre… tú, bello origen.