diumenge, 30 de novembre del 2014

Hacia Tarragona

Entre oscuros amenazantes,
impertinentes, humedades goteadas,
arrozales llenos de agua, por supuesto,
algún ánade y algún otro pájaro de vuelo alto
y otros intermedios que anuncian tormenta…
De repente, como si se entreabriera…
la bolsa negra más preñada que nunca,
estalla el bombardeo, nos ametrallan,
o será que me limpian el coche…
Nos acercamos… el mar que no ha mucho
dormía tranquilo y arrullaba los peces,
ahora salta como loco en abrazo a la costa,
será que nos ha visto y hace de Lucca…
Estamos en casa, llegamos bien, el río viene lleno…
Pere ya sabe que llegamos… ¡besos a la vida!

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