Hoy pienso y me complazco
en el poeta que eterniza los momentos.
Cuenta, como un sueño, la proximidad,
andar de la mano por los paraísos perdidos,
por los senderos plateados,
reflejos indirectos de tu luz
y la del sol inquieto y expectante.
Los árboles se inclinan a tu gracia,
y eso que no me han visto en mis mejoras…
Voy contigo y el viento se abrisa,
y las flores te lanzan sus pétalos,
y por un momento se oye el crujir de las hojas,
aquellas que no pisas y te hacen música
en el concierto con la tierra y sus tambores…
Siempre hay algún momento…
...del que depende la eternidad.
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