Madre mía que estarás...
en uno de los apartamentos de lujo
de los más selectos cielos,
porque un lujo fuiste en la tierra,
un abrazo que proclamaba libertad constante,
y un cobijo que emanaba, siempre,
amor envuelto de ternura y entrega total.
Madre, cuánto recuerdo y cuánta verdad,
cada rincón de mi existencia
lleva implícito tu brazo intuitivo y protector,
tu aliento, tu ejemplo, que siempre es mi guía.
Madre, hoy es tu día, cada día es tu día...
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