Feliz aquel que sale ileso,
de las opciones que la vida le depara,
por lo fácil, en descenso plausible.
No, no es fácil...
cuando la pendiente es plácida
y el beneficio inmediato,
y sin lucha previa,
pero los que amamos lo difícil,
y tenemos como norte la decencia,
nos intensificamos en el aderezo del corazón,
para que no se desvíe de lo honesto y real,
aunque a veces... muchas veces,
cuesta no dejarse llevar
por las atractivas aguas...
...de los pantanos de corrupción.
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