dissabte, 30 d’abril del 2016

Observar la calle por la ventana

Una calle con farolas... anochece.
Desde la ventana, unas tenues luces...
traspasan las copas de los espesos olmos,
y unos ruidos chirriantes
recuerdan antiguos carruajes
de atractivos caballos voladores.
El ruido es de un tranvía lejano,
ahora sólo circula el silencio,
son suspiros de paseos cercanos,
nostalgias de tacones y garbeos,
lamentos de melenas al viento,
en vuelo corto, rizando rizos…
Por la ventana notas que se calentó el aire,
que la tarde fue intensa,
y vuelan deseos de mañanas en júbilo…

Pajarito en el puerto deportivo

El pajarito vive cerca del puerto deportivo y descansa en una palmera estratégica desde donde observa la terraza de un bar que mira al mar. Parece sentirse cómodo... cuando le apetece salta y se coloca, dando saltitos, por debajo de las mesas, e incluso por encima de alguna silla desocupada. Picotea algún resto y te pasa cerca del pie, como desafiante. Luego se posa otra vez en la palmera y uno no tiene más que hacer que coger el móvil y hacerle una foto. Él, impasible, incluso pone pico guapo, y aletea para aumentar su belleza natural y libre…

Oler a amor

Por el sendero de madera del jardín vertical, se oye el rugido estridente de una máquina que corta el césped, como degollando primavera... huele a hierba que matan y que te regala su último suspiro. Casas como árboles, se lee en un último mensaje de supervivencia. El sol aprieta, la gente se despoja de abrigos y solea sus partes accesibles, la primavera se anuncia ya sin complejos, y algún día de verano se cuela para regocijo de las rubias doradas, sobra la chaqueta, sobra todo abrigo, y el agua de azules salados, apetece y da vida a la vida. Huele a hierba cortada, huele a primavera con atisbos de verano, huele a sol y a sombra, huele a camino y paseo, y a compañía, y a soledad de roca escondida, y a recuerdo del último verano, huele a ilusión y esperanza, huele a existencia noble, a amor fraterno, a amor del otro amor que, por supuesto, también es amor…

divendres, 29 d’abril del 2016

Los placeres de la vida

Me gustan las tascas, las tabernas, cerca del puerto, donde habitan los lobos de mar. Los dueños suelen ser buenos pájaros vividores del buen vivir y del mejor hacer. Lástima que por edad y salud, uno tiene que racionar sus visitas, pero garantizo que se respira paz y afecto, y vino de la bota del rincón, y un pescado fresco, y frito, y otros fritos frescos. Chupito casero, me cuenta el jefe, en mi última visita, y vaya hallazgo… ¡Quien pudiera beber! Pero con moderación aún se pueden degustar los placeres de la vida bucólica y los contactos humanos…

Me ofrezco

Y de los vientos te traeré una brisa perfumada,
que pasó por los romeros en flor,
y se acercó al jardín de las rosas blancas,
y a los claveles de macetas cordobesas.
Y te traeré los ecos de vuelta,
después de la excursión por la montaña virgen,
con sus aromas originales en libertad.
No sé, venderé a manos llenas de mi, todo entero,
y lo que pesque de los espacios y los vientos,
te lo ofrezco… y me ofrezco entero, tal cual, total.

Un sueño en el suelo

Tu vivías en mis sueños,
tan ricamente, feliz,
como mi mejor invento,
guardado en exclusiva,
fruto de mi imaginación activada,
en estado puro de creatividad.
Un día te vi fuera de contexto,
sacada del sueño,
salida de la exquisitez...
de mi imaginación,
y te sometí a la comparación,
pese a lo odiosas que suelen ser.
Diría que hubo empate,
o ganaste tú, la de aquí, la natural,
la realidad que mejora los sueños.
Un sueño en el suelo,
y a seguir la vida,
y a seguir volando desde el suelo…

dijous, 28 d’abril del 2016

Sólo queda la montaña

Y después me voy,
y sólo queda la montaña,
pasto de los ecos
y de los vuelos de los sueños.
Quedan los abismos
y las cumbres,
las laderas onduladas,
y los escarpados...
acantilados mareantes.
Me voy, pero queda la montaña,
marco que recoge
los suspiros y los oxígenos,
los alientos y las respuestas
a las ansias perdidas a los lomos...
de otras esperanzas sin horizonte.

Momentos cómicos

Clase de matemáticas. Pongo un problema en la pizarra donde cuelo media docena de faltas de ortografía, de esas que duelen a la vista. Los prudentes callan, se sonrojan, los pícaros sonríen incrédulos, y hacen algún bis a bis, los sabios ya buscan el momento para intervenir con todo respeto y, como no, los típicos, que haberlos haylos, que no se enteran de nada. Yo me divertía y observaba sus reacciones y comportamientos, y me explicaba claro por qué un profesor no puede ni debe hacer faltas. Un día también les sorprendí, leyendo con voz nasal, con toda naturalidad, hasta que terminamos a carcajada limpia. Alguna vez gritaba mucho, y otras mi voz era casi inaudible... Fueron momentos cómicos, que los niños agradecen y algunos profesores utilizamos para desdramatizar la educación. Ni la letra ni nada entra con sangre, ¿verdad?

Fue como un castigo

Por los pasos del paseo marítimo,
se la veía lejana, pequeña,
de pantalón recortado y azabaches
persiguiendo las sombras
de sus cabellos al viento.
No era muy agraciada en los concretos,
pero tenía aquel aire desgarbado
que siempre me atrae.
Ganaba en las distancias cortas,
olía bien, hablaba mejor, decía,
mostraba contenido,
y uno se olvidaba de uno
y se rendía ante aquella vitalidad,
de belleza interior,
sin pretensión ni minifalda.
Sólo fue una visión de poco tiempo,
luego desapareció y fue como un castigo…

dimecres, 27 d’abril del 2016

Tres cosas hay en la vida

No soy un experto en nada, bueno... quizá sepa algo de niños del ciclo medio, tampoco en política, pero un sabio ateo de mi pueblo solía decir: tres cosas hay en la vida, dinero, dinero y dinero… obviando lo de la salud y el amor. Mirando el panorama político español, donde la supuesta izquierda se da el morro con la más derecha de las derechas y, al final, aquí paz y gloria para los de siempre, es esperpéntico y desolador, e incomprensible a cualquier sensibilidad decente… Tres cosas hay en la vida: dinero, dinero y dinero… del Ibex 35 ¿verdad?

Pasear, pasear, pasear...

Pasear, pasear, pasear…
por la luna, al encuentro
de mis alumnos despistados,
por mi querida Tarragona,
siempre bella, diferente, única.
Pasear, pasear, pasear…
por el pasado cercano,
o el lejano, por los recuerdos,
por lo que pudo haber sido,
por lo que fue y se dio,
y me llenó y me llena.
Pasear, pasear, pasear…
por mis presentes y pensamientos.
Virgencita... ¡déjame como estoy!

Una luna emocionada

Buscaré tu música preferida e intercalaré mis versos
para que, lo más cerca posible, te musiten...
toda la ternura de mi alma que se desdudó con todo amor.
Mis brazos serán tu nido de libertad, nunca una cárcel de oro.
Mis besos te surtirán de miel de los romeros,
y mis caricias tendrán la suavidad de los erizos,
una templanza protectora que proclama expectativas explosivas.
Y, en nuestro encuentro, columpiaremos nuestras ansias...
bajo la mirada cómplice de una luna emocionada.

dimarts, 26 d’abril del 2016

Amigo Platón, pero más amiga la verdad...

Alguna vez algún amigo, o eso creías que era, te proclama su indiferencia y desaparece, sin disimulo, de tus proximidades que, como mínimo, considerabas respetuosas. Suelen ser gente escrupulosa, posiblemente íntegra, que quizá actúa de manera inconsciente, pero que no desconoce aquello de que no son los sanos los que necesitan médico, por eso, con mis respetos, mis dudas, y en mis dudas, pues... quizá no tantos respetos, aunque me resulta, casi imposible, no respetar. Dios dijo que nos amásemos, no dijo que nos amasemos, ¿verdad que sí?

El banco del "si no fuera por..."

Paseo plácidamente por la calle de madera que hay delante del jardín vertical. Tres señores, de esos más mayores que yo, circulan lentos… uno con gorra y bastón en la mano izquierda, otro con sombrero caro, como de cuero, y un tercero, en el centro, sin bastón ni sombrero, titubeante, como amparado por los extremos. Uno se entrecruza, no pasa mucho, quizá reparo en mi próximo plazo, de calma y bastón, y charlas más o menos melancólicas, en los bancos del “si no fuera por esto o por aquello o lo de más allá…”

Le llaman el Boga

Es casi un amigo, un vividor, pero en el buen sentido de la palabra... igual te acude cargado de sardinas o anchoas, que de naranjas y limones del Delta. Hoy ha venido con unos preciosos manojos de perejil y un impresionante capazo de espárragos, otros días se presenta con unos conejos de reciente captura, que son toda una atracción. Un ex-lobo de mar, un experto en campo y bosque, un sabio de la vida, que me emociona, sólo de verlo mover por aquí…

dilluns, 25 d’abril del 2016

Él acudía raudo

No había amanecer al que no asistiera,
expectante, apasionadamente emocionado,
tampoco los paseos de domingo por la plaza le eran extraños,
el acudía fiel, a la espera, con el alma en vilo,
y en el bar de la plaza donde se veían sin problemas...
las idas y venidas, tenía sitio preferente, decisivo.
Y en los atardeceres, más o menos rojos,
se postulaba entre las matas donde nacen las primeras primaveras.
Él sabía de tu existencia luz...
y acudía por los cuatro puntos cardinales
y se hacía visible con el resplandor de tu presencia.
Él acudía raudo, preso de un divino impulso vital…

Uno se emociona...

Edad, sobre los cincuenta, pareja de dos, o de tres, porque él va con silla de ruedas con motor. Se les ve eufóricos, posiblemente han comido bien, en algún restaurante del Serrallo. vienen tras de mí... él, con una mano maneja el carro, élla, esposa amantísima, se coge a su brazo, y yo chafardero y tal, acelero o me retengo, y así les escucho. No tienen desperdicio:
- Ya ves lo que te ha caído encima, dice el marido, ¿en qué estarías pensando aquel quince de mayo, cuando dijiste sí?
- En nada dice ella, desviando la atención.
Él para el carro:
- ¡Dame un beso! exclama.
Ella se agacha, y yo casi me emociono, sin casi…

Gegans i cap-grossos

I després de veure perdre al Barça, tot i lluitar impotent fins al final, torna a ser diumenge i, amb la Teresa de la mà, hem anat vora mar, a la recerca del sol i dels blaus amics, a cops més grisos, avui indefinits… Al final dels tinglados, hi ha una concentració de gegants: la lluna, l’estrella, el mariner, el pagès, el de casa bona etc. També hem vist uns quants nans nous, si mes no, és el que portaven escrit a les seves originals camisetes. Hem fet unes fotos i hem marxat cap a casa. Passejar pel port és sempre curiós i amb sorpreses…

diumenge, 24 d’abril del 2016

Alma, poeta y posía

La poesía huele a fiesta y jolgorio,
a música con estruendo, a explosión,
a trueno y traca, a rasgo y riesgo,
a trompeta sin lamentos,
a risa imparable y toque de campanas.
Y sabe a liberación, a rotura,
a cadenas, a caballo ganador,
a amanecer con baile de delfines,
y música de sinfonías.
La poesía pone en boca del alma enamorada,
la palabra del poeta...
capaz de aromatizar las emociones,
y penetrar en otras almas receptivas
haciendo de las vidas primaveras...

La cárcel de los infortunios

Quisiera sentirte más acá de los sueños,
verte sin tregua y con espacios
para asumir el impacto de tu proximidad.
Quisiera hablarte y escucharte,
más cerca de toda imaginación inteligente,
sentir tu aliento sosteniendo un vuelo de palabras,
que regalan mis tímpanos
a golpes de verdades con ansias de sol.
Quisiera, como no, recogerte en un abrazo,
besar tus labios imponentes de cereza,
oler el aroma de tu alma,
el cobijo de tu aura permanente,
recogiendo mis suspiros…
como verdades que se escapan
de la cárcel de los infortunios negros…

Vivir, imaginar, despertar...

Un camino sin piedras
surca por entre los árboles,
con hiedra y ardillas.
Un castillo encontrado,
con ventana y trenza
que vuela hasta el suelo,
y allí, emprendo
mis saltos en vuelo
hacia ti y el cielo.
Una música de hojas,
que parpadean...
con la brisa tenue,
en lo frondoso del bosque,
cómplice y amigo…
Un sueño que se abre,
un amanecer que lo desmiente,
una vida que vives
o simplemente imaginas
y te despierta la realidad…

dissabte, 23 d’abril del 2016

Allá donde vayas...

Amigo Eolo, mándame una brisa...
que mueva sus rizos del color del trigo.
Vulcano, señor del agosto,
mándame unas lenguas de fuego,
compañeras del sol,
que le lleven a la playa,
y allí, con un café, aunque sea frío,
vivir la visión plena del encuentro.
Y si llueve, que sea sin truenos,
ni luces de malicias en tempestad,
y el agua fina le sepa a rocíos y a brillos,
y yo pueda extasiarme…
con la plasmación real de mis sueños.
Y allá donde vaya, que le acaricien...
todos los pétalos de las rosas blancas
y alguna ingerencia de orquídea.

La escuela de mi barrio

La escuela pública del Serrallo quizá no sea tan variopinta como la de Torreforta, pero también tiene un especial encanto de diversidad. Hoy me he acercado a la salida y he visto a una joven madre, diría que marroquí por su vestimenta de túnica ancha y pañuelo en la cabeza, con un par de hijos preciosos y uno en camino. Según se podía apreciar, los niños, muy guapos, y la madre joven y agraciada, me pareció un ángel escondido, dicho con todos los respetos, ya que no sé hasta qué punto creen en los ángeles estos señores. En la misma calle, dos negritos de pelo rizado y ojos vivos, hablando un catalán perfecto. Me emocionan... en las escuelas no hay niños de color, en las escuelas catalanas, pese a la difamación constante, solo hay niños, auténticos sujetos de la educación integral.

Mi única duda...

El chico va con chica y perro, y móvil, claro. Chica, perro, chico, móvil, y parece que van por libre... El perro busca un árbol para levantar la pata, o algún resto húmedo de algún colega para olerlo, el chico, a través del móvil, está en otra parte, y la chica parece un mueble de lujo añadida a una escena en la que no pinta nada. Y uno, que a veces piensa, repara en la convivencia de las libertades... Mi única duda estriba en si al perro y al móvil les gusta el café… al perro, seguro.

divendres, 22 d’abril del 2016

Que las rosas aprendan de ti


Lo peor que me puede pasar
es que lo dé por hecho, conseguido,
plasmado, proclamado, finito…
El amor hay que plantarlo cada día,
regarlo, podarlo...
por si alguna interferencia
osa interrumpir la paz de la aldea,
hay que cobijarlo de los vientos,
más allá de las brisas
que traen restos de hojas
que se resisten a fenecer.
No te arrancaré una rosa del jardín,
pero te llevaré al jardín
para que te vean las rosas... y aprendan.

Control de emociones

En general, cuando estás nervioso te precipitas, y cuando te precipitas sueles perder el control de las emociones. Perder el control de las emociones... y uno piensa en algún examen que hizo en Tortosa, cuando estudiaba libre,en que en un par de horas te jugabas el trabajo del curso y el futuro. Y uno sigue pensando, es gratis, en una explosión de surtidores del alma, en el “momentum acum” (momento del que depende) y que acabó en tu aprobación definitiva. Emociones, deliciosamente sin control, corazones al viento de las sinceridades…

Cuidar el planeta

En aquel descampado le han puesto una calle, una calle que también se cargó un huerto, y una zona boscosa de árboles, que te invitaba a respirar limpio. La calle llega a todas partes y por las partes, van haciendo casas interminables, casas en busca de un cielo que nunca alcanzan del todo. Pisos, pisos y más pisos, centros comerciales, cines... y todo por una especie de serpiente, que van coloreando de ausencias de verde y ahogando entre hierros recubiertos de hormigón. No piensen que a uno le gustaría vivir en la Edad Media, pero hay que cuidar mejor el planeta, y no pensar solo en enriquecerse, envenenando nuestras fuentes de oxígeno naturales…

dijous, 21 d’abril del 2016

Amor en vuelo

¿Las mariposas salen en vuelos de reconocimiento,
o son pétalos de rosas de colores, con beso incorporado?
¿No será que los flamencos,
que han coloreado de belleza su plumaje,
han decidido planear, lejos de las marismas,
y mostrar su amable libertad feliz?
¿Es posible que un vuelo de gaviotas,
raseando los azules de la inmensidad salada,
se junten con un vuelo de torcaces,
que se perdieron al salir de su bosque otoñal?
¿Qué será lo que sale de mi alma,
que llena los cielos y las tierras de vuelos,
con suspiros ávidos de sonrisa condescendiente?
Mariposas, pétalos de rosa, flamencos, gaviotas, palomas torcaces…
De mi alma sale amor en vuelo…

Plenitud de casa llena

Te has llevado mi soledad contigo,
incluso los tiempos se acortan...
cuando los fuerzas en los deseos del alma.
Te has llevado hasta los entretenimientos
que paliaban tu ausencia,
ahora me basta con la ilusión del recuerdo,
el cercano ayer, la noche plenamente plácida,
el despertar con música de ojos,
y, como no, una lluvia de sonrisas
que dan vida a la vida, magia…
Paso en un plis plas, oigo la puerta,
y llevas todo lo que te llevaste,
plenitud de casa llena…

El viejito de la Rambla tiene pareja

Son las diez de la mañana, paseo por la Rambla Nova de Tarragona, poca gente a esta hora. A mi izquierda, un banco, con una figura de bronce, supongo, que representa un anciano con un bastón y una gorra de su tiempo, y yo siempre me paro y lo examino, y veo lo muy conseguido de la obra. Hoy se ha sentado a su lado una mujer que, por sus características, podría ser perfectamente su pareja, por el bronceado, por el rictus de resistencia, por la persistencia… Después de verlos, diría que hay personas que no envejecen y tienen su encanto en garantía…

dimecres, 20 d’abril del 2016

Un grupo de amigos

Y bajando, bajando... la Plaza de los Carros, con su estatua de temática romana y con paloma descansando en su cabeza. En el rincón de siempre, los jubilados con sus sillas de ruedas y sus esforzadas cuidadoras, que parecen gritar más que las señoras, aun no estando sordas. Hoy parecen tener una merienda comunitaria, diría que es pan con Nocilla, o algún unte parecido... a más de uno se le salen los ojos y hacen fiesta. Siempre pienso, que este es un lugar de convivencia, que les conforta, quizá, el chocolate, el buen trato cariñoso y afectivo, o algún complemento semejante. Hagan el resto…

Una voz amiga

Una vez nos dijo alguien de nuestro entorno cercano:
- Se os ve tan enamorados que ya habéis dejado atrás el tiempo de los ávidos del merecer y los vuelos a una mano firmemente unida, como si alguna inseguridad pudiera entreabrirse, por algún recato de lo impensable. Vais por la línea segura del respeto y la confianza, y tenéis la apariencia de aquel par de tórtolas que, paja en pico, hacen nido, felizmente convencidas…

Poco después, y sin ningún aspaviento ni estridencia, un hogar despertó en llanto, reclamando vida, y fuimos tres, en concierto de gozos.
- Buen complemento a vuestra felicidad, discretamente encantadora, dijo nuestra voz amiga de nuestro entorno próximo,
- El mejor, contestamos.
- Es como su madre, dije, pensando que era como yo...

Oler a mar y a Serrallo

He subido en autobús, hasta la otra parte del mundo. La idea es bajar andando, previo paso, en suaves y sin prisas, por la llamada parte alta. Por allí, en uno de mis descubrimientos, hacen la mejor tortilla de espinacas que nunca probé, y un café único, y unas aceitunas de preparación casera, de mil sabores. Luego, todos los caminos me llevan al puerto, que es mi territorio comanche, que huele a mar y a Serrallo total…

dimarts, 19 d’abril del 2016

Brotan recuerdos

Paseo de árboles,
camino, sendero...
que se pierde
hacia la roca mohosa.
Fin del espacio
interminable,
parada y recreo...
del olvido,
sin pájaro ni fuente,
ni banco ni luna.
En el ambiente,
se filtran rocíos,
parecen recuerdos...
enterrados,
que brotan,
y alguno baila,
en la paz de los finales…

Besos

Le di un beso sin beso...
solo un “vibrator” de labios, en su lóbulo izquierdo,
y le apareció la luz, como una reina de todos los cielos,
explosión de azules que brillan por las músicas de las algas
de los mares bravíos acelerados.
Le di un beso con beso...
y me apareció un baño de soles de agosto,
un vuelo en marcha, un motor imparable,
con todas las montañas del mundo a mis pies.

Llueve

Llueve, y a mi me suena que cae vida,
es como encendidos de alma,
como chispas a lo Cupido,
directas y certeras…
Cae germinación y crecimiento,
flor y fruto y, como dijo el poeta,
cae verde, de campo, que te quiero verde.
Llueve, y el campo bebe,
llueve suave y bien,
y casi te invita a revivir...
la historia de algún paraguas,
que, si pudiera hablar,
contaría de las delicias
de una lograda proximidad,
que floreció sin esperar la primavera…

dilluns, 18 d’abril del 2016

Hoy florecerá una rosa


Un zurcido entrelazado de lamentos
viajan con mi viento cansino,
en un reparado de antiguas ansiedades.
Y después del abismo...
ya no hay nada más abajo,
y la burbuja resurge,
y se instala en el mundo de los vivos
ávidos de esperanza.
Feliz aquel que nada en las corrientes,
y es capaz de plantar cara a la intemperie,
y no se deja llevar...
por los cantos de sirena de lo insano.
Quizá hoy florecerá una rosa
y, aunque mañana se deshoje,
habrá hecho mella su esplendor vital…

Belleza integral

Y jugaremos a preguntas y respuestas, y los dos iremos de superinteligentes, y prepararemos las más rebuscadas, y contestaremos sus propuestas más difíciles… Recuerdo que yo me preparé la capital de Madagascar y el músculo aquel de nombre largo (Esternocleidomastoideo), y tú, que no te andabas con chiquitas, te metiste con las innumerables islas de Oceanía y alguna fórmula química que estudiamos por primera vez. Ganamos, sobrados, y te vi con aquella belleza de partes complementarias, y yo, por una vez, también estuve brillante. Y en el ambiente lucía, una belleza integral, reflejos del amor, reflejos del saber, tu presencia…

Impactar en mi

Quien me lo iba a decir...
que aquella pretensión por germinar,
aquel preámbulo de explosión floral,
aquella primavera, casi tímida,
medio tibia y con aires de violeta,
que por lo discreto, te prenden
de todos los aromas preferidos....
Quien me lo iba a decir...
que impactara en mi por las buenas artes
de las melodías acompasadas,
por la suave ternura de lo indefinido,
por aquella voz de llamada,
que se intercala entre la lluvia de los deseos,
por aquel directo al corazón, fiable…

diumenge, 17 d’abril del 2016

Ella...

Tenía los cielos en sus ojos,
y los oros en sus cabellos,
y los ángeles asistían al desfile
de modelos de azules plateados,
que te hacían única y definitiva luz total.
Tenía la gracia de los infinitos,
y la inmensidad de los reflejos de la luna,
que, en ausencia del sol,
reina en la noche sin estrellas.
Tenía el azul de mar y cielo,
y un verde de esmeraldas,
y un plácido de plateados celestes,
un río de trigales, un arco iris,
que iluminaba como una fuente de colores,
y tenía, como no, los tambores de mi alma
marcando tus pasos divinos.
Era única, especial, diferente, definitiva…

El regalo del mes de abril

Y el abril, con aguas mil, le da marcha...
y vida a la primavera en flor primera.
Todo germina, la juventud bulle, los otoñales rebozamos...
nuevos y renovados bríos, y los promiscuos de invierno
hacen un vuelo, en recuerdo y regreso,
a aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor…
No sé, pasados que no te alejen del presente,
y presentes que no te alejen del pasado…
Buen abril de aguas mil, que se arma de gracia y brote,
de vida y explosión de radiante primavera para amar.

Nosaltres sí som d'aquest món

La Teresa i jo anem de mig dieta, el que comporta un estat un xic deteriorat, semblem avis... bé, ella no, i jo només ho sembla. Aquest dissabte, tenim previst fer una calçotada a la Montoliva, evidentment, i com a comiat, i per tenir un bon record dels calçots i les viandes pertinents. Aquest any tenim un parell de casaments, d’aquells de prop i que vas amb tot el gust i conseqüències, és a dir, menys el puro, amb tota la resta, així que hem d’anar amb moderació i dosificant. Ha estat tot un encert... gran lloc aquest restaurant on la gent es amable i competent, i els seus productes casolans i tenen un característic segell de qualitat fresca. Qualsevol indret, viscut amb la Teresa, es sempre una altra història, avui pura brasa del camp i al camp de Vilallonga…

dissabte, 16 d’abril del 2016

Abrazos de intimidades

¿Han pensado, alguna vez, en aquello de tener intimidad, dentro de la intimidad? En la intimidad de un hogar, a la vieja y noble usanza, padres, abuelos, hijos, todo basado en el amor y el respeto. Siempre nos buscamos un espacio, propicio, propio, íntimo, de soledad casi, que sea todo un templo a nuestra privacidad. Puede ser un lugar de trabajo, pomposamente un despacho, o un granero donde el abuelo se hace rey de la granja, o una buhardilla que da luz al desván, y que los niños han convertido en la fortaleza de un reino inexpugnable. En el hogar tradicional la familia comía junta, y era algo sagrado, y las intimidades se abrazaban y se complementaban y se certificaban…

Atardecer en compañía

En la era, se presencian las sombras, se hace tarde,
pero ella persiste, juega, jugamos, hasta pasados los límites horarios.
Luego, al llegar a casa, mi padre me dice:
- Qué, vuelves a casa, cuando ya no ves a nadie a tu vera, ¿verdad?
Y yo asentía con el pensamiento puesto en ella.
Cuánta razón tienes, genio, cuando ella desaparece...
se va el último resquicio de la luz del día,
y a los doce años, te quedas a oscuras con facilidad.
Afortunadamente... otro día con tarde y también se hará tarde,
y, seguro, volveremos a atardecer juntos y al llegar a casa...
nuestros padres, dirán misa, y nosotros oiremos cantos de gloria.

Alguna vez perdemos

Perdió el Barça, ya casi no me acordaba de que esto también puede ocurrir, y te devuelve los pies al suelo, donde viven la mayoría de mortales futboleros. No, no les hablaré del árbitro, a mi siempre me da la impresión que perjudica al Barça, y en esta ocasión, sólo expulsó a Ramos, y para disimular, en los últimos cinco minutos, tampoco del penalti a Messi, ni de las faltas dudosas que siempre veía de color blanco, sólo les cuento que estos equipos tan buenos, tienen siempre sus minutos de gloria, y el que esté más acertado se lleva el gato al agua. Repito, ya no me acordaba de ver perder al Barça, y ahora, como buen “culer”, a sufrir y a ganar, con buen fútbol y tal y tal…

divendres, 15 d’abril del 2016

De campo con la família

Y mientras tú extiendes el mantel sobre la hierba
y haces un pan con tomate, yo enciendo un fuego,
con cuatro ramas secas de las cercanías,
y montamos la parrilla a fuego lento,
como se sirven todas las delicias sin desperdicio.
Y en un descuido, mientras das las últimas vueltas a las viandas,
voy y te cojo un ramo de flores de bosque, que se ofrecen generosas...
para aliviar las manifestaciones de todos los buenos sentimientos.
Mientras, nuestro hijo pequeño, ha descubierto el aroma del romero,
después iremos a ver las ranas de la fuente,
y, quizá, un pájaro cantor, nos ameniza las felicidades rurales…

Cuando no estaba, la intuía...

Me encantaba ver la calle por la que llegaba,
bajo la semisombra de unos árboles de hoja perenne,
ver tu bici pintada de azules de cielo,
y sobretodo tu silla vacía, antes de empezar las clases.
A primeras horas, la calle con árboles,
sometida a reflejos del sol,
dibujaba en mi mente tu figura emotiva,
de ojos explícitos y semblante plácido.
Instantes antes de tu llegada, la silla vacía
ya tenia tu aroma de rosa blanca y limpia compañía.
Aparecías, casi con el timbre y el silencio,
y empezaba la clase, y yo me enteraba poco,
pese al desesperado esfuerzo del profesor…

Mi barça

Estoy cabizbajo y cejijunto, y compungido, y un mucho desilusionado, pero no es por nada serio o transcendental, sólo tengo afectada la convivencia futbolera, ya que el Barça, mi Barça, ha llegado poco fresco a esa fase definitiva de las competiciones. Nadie puede decir que no lo intente hasta el final, pero sus competidores habituales están más ágiles y han llegado mejor. A ver si aún ganamos alguna cosa… este equipo merece toda confianza.

dijous, 14 d’abril del 2016

Si quieres

Si quieres, me daré un tumbo
por las inteligencias emocionales,
y cabalgaré desde la sinrazón
para explicarte, puro sentimiento,
hasta mis inconsciencias más profundas,
mis verdades a flor de alma,
mis turbaciones, pero también...
mis incongruencias ante cualquier atisbo
de que tus ojos de mirada miel
viajaran en busca de otras flores,
en un supuesto jardín...
que crearon todos los aspirantes
a tus aromas de primavera en celo y luz.

Una uva madura

No les hablaré de agravios comparativos, pero, alguna vez, no muchas, uno también fue a por uvas que, evidentemente, estaban verdes... por lo lejanas, por lo imposibles, por lo improbables de alcanzar. La vida te lanza y te devuelve, de la locura a la cordura, y te curte, y te muestra otras parras de uvas maduras, no por lo fácil del alcance consentido o regalado, sino por la lógica de lo propicio y compartido. La vida te hace conocer los sabores de las afinidades y también la sinrazón de los despropósitos, pero siempre hay un lavado de cara, un camino a emprender, y, por supuesto, una viña alegre y una uva madura…