Edad, sobre los cincuenta, pareja de dos, o de tres, porque él va con silla de ruedas con motor. Se les ve eufóricos, posiblemente han comido bien, en algún restaurante del Serrallo. vienen tras de mí... él, con una mano maneja el carro, élla, esposa amantísima, se coge a su brazo, y yo chafardero y tal, acelero o me retengo, y así les escucho. No tienen desperdicio:
- Ya ves lo que te ha caído encima, dice el marido, ¿en qué estarías pensando aquel quince de mayo, cuando dijiste sí?
- En nada dice ella, desviando la atención.
Él para el carro:
- ¡Dame un beso! exclama.
Ella se agacha, y yo casi me emociono, sin casi…
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