dijous, 7 d’abril del 2016

Mis silencios sin compañía

No bailo cuando estoy triste, normalmente no bailo, normalmente no estoy triste. Pero, a veces, me tiembla la rodilla, son momentos en los que puede pasar de todo... me patina la razón, me puede un ímpetu de alma herida que se muestra imparable y sin control, puro corazón, pura verdad, la mía, “la” verdad. Nunca lloro por fuera, más bien sonrió, y entiendo que el mundo y los míos no merecen mis penumbras de a veces, mis temblores de rodilla, mis ausencias de baile, ni mis silencios sin compañía…

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