De pequeño pasé mucho tiempo con mi abuela, y de no tan pequeño también. Ella me quería como solo saben hacerlo las abuelas, es decir, como una madre... pero ya con toda la experiencia a su alcance, lo que les hace ser más condescendientes, o no. Recuerdo su casa... en su interior había unas escaleras estrechas que subían al piso de arriba donde, en una cama, estaba su madre. Mi abuela me pedía que le subiera un plátano madurito a mi bisabuela. Eran buenas gentes, mis abuelitas, todo un ejemplo de buen amor…
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