Y mientras tú extiendes el mantel sobre la hierba
y haces un pan con tomate, yo enciendo un fuego,
con cuatro ramas secas de las cercanías,
y montamos la parrilla a fuego lento,
como se sirven todas las delicias sin desperdicio.
Y en un descuido, mientras das las últimas vueltas a las viandas,
voy y te cojo un ramo de flores de bosque, que se ofrecen generosas...
para aliviar las manifestaciones de todos los buenos sentimientos.
Mientras, nuestro hijo pequeño, ha descubierto el aroma del romero,
después iremos a ver las ranas de la fuente,
y, quizá, un pájaro cantor, nos ameniza las felicidades rurales…
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