Seguramente me habrán oído presumir de mis 41 años como profesor del colegio La Salle de Reus, y de que si el Señor hizo en mí alguna maravilla, se quedó en esa maravillosa obra, que proyectó el Señor de La Salle. Lo que comento menos, y no es justo, es lo que La Salle hizo por mí, ya que me incorporó en un proyecto donde el ejemplo de su santo fundador deshace cualquier atisbo de duda de las verdades certificadas de la decencia y del sentido ético de la vida. Momentos tuve en que me llevaba la pendiente fácil, pero la obra reconfortó en mí el ansia de servicio y fe, y puso en la balanza de las propuestas, las opciones claras en las que no tuve dudas. Y aquí estamos, con San Juan de La Salle, por siempre y para siempre…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada