Paseo plácidamente por la calle de madera que hay delante del jardín vertical. Tres señores, de esos más mayores que yo, circulan lentos… uno con gorra y bastón en la mano izquierda, otro con sombrero caro, como de cuero, y un tercero, en el centro, sin bastón ni sombrero, titubeante, como amparado por los extremos. Uno se entrecruza, no pasa mucho, quizá reparo en mi próximo plazo, de calma y bastón, y charlas más o menos melancólicas, en los bancos del “si no fuera por esto o por aquello o lo de más allá…”
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada