Serrallo, cerca del colegio, una plaza… Un matrimonio joven, con un hijo de unos doce años, se acercan. La madre quiere coger al niño por el brazo, él la rechaza, y el padre le reprende, y yo pienso en la pubertad, o la preadolescencia, o la pretontería, con la que parece que hay que lidiar irremediablemente. Cuando veo cosas así, siempre pienso en la escuela de padres, donde no acudían más que aquellos que, por sus conocimientos, no lo necesitaban. Y sigo pensando, que es gratis, que para manejarse bien en estos menesteres, es básico estar bien informados y a nivel. Son tiempos que no suelen durar mucho y que los recuerdas con curiosidad…
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