diumenge, 24 d’abril del 2016

La cárcel de los infortunios

Quisiera sentirte más acá de los sueños,
verte sin tregua y con espacios
para asumir el impacto de tu proximidad.
Quisiera hablarte y escucharte,
más cerca de toda imaginación inteligente,
sentir tu aliento sosteniendo un vuelo de palabras,
que regalan mis tímpanos
a golpes de verdades con ansias de sol.
Quisiera, como no, recogerte en un abrazo,
besar tus labios imponentes de cereza,
oler el aroma de tu alma,
el cobijo de tu aura permanente,
recogiendo mis suspiros…
como verdades que se escapan
de la cárcel de los infortunios negros…

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