Cuando llega la noche

Cuando llega la noche, me voy con las sirenas,
allá donde parece que se juntan los azules.
Luego, me lluevo por los bosques...
en busca de un duende dormido,
al que acaricio en rocíos y lo despierto,
para que con sus alas mágicas me lleve
por entre los pinos más altos a jugar con las ardillas,
y por entre las encinas centenarias,
para descansar entre sus ramas generosas…
Antes, de más joven, contaba ovejitas,
o hacia alineaciones de mis equipos favoritos,
pero ahora veo la Tierra desde el Cielo,
y del Cielo el Mar, y del Mar el Cielo…