Te vi y te gocé a plenitud,
como en un tango de abrazo firme,
de roce enérgico, de distancias,
al alcance del deseo que propone la música.
Y ladeamos seguros del cobijo mutuo,
de la mano que siempre está presta,
de la mirada que no se pierde...
pese a parecer que se va por otros lares.
Pues sí, hoy lo pienso así...
fue como un tango lo que hice contigo,
el mismo tango que lo que hiciste tu conmigo
y hoy, después del glorioso ayer,
seguimos bailando, sin modificar el tango,
quizá algún acorde, una cadencia… quizá.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada