La luz le llegó a través de un túnel,
y la música por un hilo musical...
que salió de las tinieblas
desterradas del infierno terrenal,
y el sol le llegó desinflado como filtrado
por una de las lunas de Plutón.
El agua le brotó de un abismo,
como un ahogo húmedo a cien grados,
hirviendo dudas.
La paz pasó de largo,
el pánico la frecuentaba,
y el miedo se instaló en la superficie
del deseo inconfesable.
La muerte vino para quedarse,
es la única realidad indiscutible,
siempre injusta, y… esta vez,
bailaron un último tango dramático.
Y luego, en el regreso del ocaso,
la música seguía sonando,
el tango vivo, la muerte se alejaba…
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