La media naranja, el alma gemela,
entes de la misma hornada, hechos en serie,
a gusto del disgusto de otras miras.
Parece que los polos del mismo barrio...
se aburren por sabidos,
y los opuestos se atraen definitivamente.
Pero cuando descubres aquellos ojos
que parecen dar alas a tus suspiros,
buscas descubrir alguna afinidad,
en las ideas, en los gestos,
en los gustos, formas y fondos.
A veces, muchas veces...
los polos que no son tan opuestos,
también se atraen bastante bien.
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