Tengo un amigo acomodado, apático, estable. No se casa ni por prescripción facultativa, no circula por las cercanías del peligro, ni acude, ni vuela, ni corre... hacia ningún alpiste que oportunamente le recomendamos sus próximos. Se le ve feliz, e incluso hace de trotaconventos, y es arreglador de entuertos y facilitador de contactos con posibilidades aceptables. Pero él, impasible al ademán, sin inmutarse, sigue solo, aunque parece que es, un poco, patrimonio de la humanidad… Salud amigo, que no te pesquen si este es tu deseo, aunque estás en peligro inminente, porque eres muy buena gente y sano...
Molt be a pensat aquest homo... qui sap.
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