Él la observó con ojos sedientos,
ella le miró mostrando dulzura en sus líquidos.
Él bebió de sus sueños eternos,
ella era portadora de todos los remedios.
Se acercaron, se complacieron, se mostraron,
tal cual, sin reservas, al natural, esparciendo...
el bote de sus esencias en total entrega.
Y del cielo llovieron estrellas azules,
y de las músicas destacaba un violoncelo,
cuyas cuerdas tenían dos corazones
de resonancia perfecta y afín,
Ellos se observaron y se bebieron mutuamente…
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