Ella salió de una desesperanza y atravesó hasta lo inoportuno,
y se presentó después de los lavados pertinentes,
buscando un amanecer definitivo, al fin…
Él se cayó de un pulular por improperios,
y estaba en plena reparación de rictus indomables,
a base de agua del Carmen milagrosa, sin alcohol…
Se vieron a la luz de un candil, como final de un despropósito,
se otearon a la palpa, encendieron sus sonrisas y, poco a poco,
brillaron sus ojos y sus almas empezaron la regeneración,
un nuevo paseo con apoyos de alivio…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada