Cuando llegué a la última roca,
aún resbaladiza, inalcanzable,
una mano me puso en la vida,
como un clamor que te pone...
en tu sitio, lejos de la suspensión.
Cuántas veces aparece a hurtadillas
la oportunidad, en forma
de una explosión, quizá lejana,
o no, indirecta, o no,
que aparece en un despertar feliz,
como final de un mal sueño,
pesadilla con la que se vive,
quizá inconsciente, pero...
una mano, firme, segura,
te pone en el suelo de lo real,
y te levantas, justo a tiempo y te salvas...
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