dijous, 9 d’abril del 2015

Escaparate de emociones

Son las once, estoy en la estación,
la del ferrocarril... ¿que por qué?
pues porque me atrae íntimamente...
Uno reinició su vida en un tren,
y cerró los grifos y las concesiones,
apagó los créditos y mató los bancos,
( y que conste que no hablo de dinero)
y nació a la vida natural de luz de sol,
sin más milagros que los besos sentidos...
A parte de esto, origen, regeneración,
la estación de los trenes variados
es un escaparate de emociones...
Llegadas entre abrazos sinceros,
partidas entre besos profundos,
esperas, retrasos, prisas, carreras...
Un poco o un mucho de la vida, la mía,
empezó, un feliz dia, en el vagón de un tren.

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