Y luego, Dios creó la mujer,
madre, esposa, amiga, compañera...
Son como un amor de criaturas,
el complemento ideal, el mejor otro yo...
Los hay, quizás después de un fracaso,
que prefieren al perro, como amigo ideal,
fiel, entregado, sumiso, sincero, noble,
único, lleno de ternura y verdad...
Pero, ayer, en una película,
oí una frase que me encantó:
"La mejor compañía de un hombre
es su honestidad, entonces...
no hace falta defraudarse a uno mismo".
Yo me apunto a eso, con una Teresa, claro.
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