Así es la osadía

Como un suspiro que se escapó de un silencio,
víctima de una meditación trasnochada.
Como espasmo en un susurro negativo,
que provocó un olvido de alivio y de vida.
Como un amanecer a oscuras, una noche,
una nube, en el reino de lo negro rígido.
Como una esperanza grotesca sin retorno,
una mirada perdida por las viles miserias.
Como un maullido plañidero, de gato,
interminable, sin consuelo, ni esperanza.
Como un invierno en constante tormenta,
con hielos y deshielos en las almas frías.
Como un deambular de los vencidos,
cejijuntos, cabizbajos, derrotados.
Así es la osadía del que habita
en el odio y la venganza,
lejos del perdón y el perdonar…