Un indicio de aspaviento,
una eclosión de secretos,
una proclama de inciertos,
una verdad galopante, sin pesar,
un amor desafiante, sin conserva,
que acosa al padre
que inventó el envase,
sin cotizar decencia...
Un despertar de aconteceres,
donde el agua tiene río y margen,
y los conciertos llegan a buen puerto.
Un día después, donde el ayer,
borrado, no se eche en falta...
Un ademán con grito y latido,
que en su esencia relaja los sentidos...
Una verdad que calla todo.
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