Más bien encontrado que perdido me vi,
por entre los mares de lava de tu volcán,
siempre en erupción de felices albricias…
Construí un andamio, inventé un atajo,
y llegué con gloria al amado cráter,
donde vi desparramarse, ufanos y de fiesta,
tus más recónditos logros y deseos.
Hermosa realidad de los placeres sinceros,
donde el teatro sólo sirve para plasmarla.
Siempre pensé que hasta las violetas
se preñan de jazmín, y nadie puede disimular
el aroma de sus esencias.
Triste cohete que no tiene mecha
y no cata la explosión del deseo,
pobre quien no prende fuego sin recato
y enciende el alma… de su amada.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada